sábado, 3 de noviembre de 2007

Odia el sol en los ojos...





No existe algo que me haga más feliz que mi hija.

Hay momentos en los que la tristeza o el mal humor o la bronca, o cualquier sentimiento malo parece que le ganara a cualquier cosa buena. Pero cuando la miro a ella, mi pequeña Ambarita, no existe sentimiento malo que pueda opacar lo que ella me hace sentir, y ella me hace sentir lo más lindo.

Ella me despierta por la mañana con una sonrisa y con un intento de beso.

Habla sola, o con sus chiches, con las hormigas, o con algún perro, con los dibujitos animados o con las plantas, con nosotros, o también con los demás (pero diferente).

Me abraza fuerte cuando no quiere ir con otra persona que no sea yo.

Aprendió a decir su nombre antes que mamá.

Cuando me vuelve a ver después de unas horas sin verme se pone tan contenta que parece que saliera corriendo para abrazarme.

Si le preguntás si es linda, te responde que sí con la cabeza.

Tiene más juguetes que Ricky Ricón y con lo que más juega es con las hormigas.

Jamás usó chupete.

Le encantan las flores y las plantas y a veces creo que dialoga con ellas.

Odia el agua en la cara.

Le gusta el hígado con acelga.

Es fanática de las etiquetas.

Tiene una mancha abajo de la cola.

Aprendó a sacarse el pañal sola.

Odia el sol en los ojos.

...

Y tantas cosas más.

Ella es mi vida...

1 comentario:

Mechi.- dijo...

oohh me mori del amorrr

jaja te voy a comentar en todos porque recien los veo :)